Kanikosen en Babelia
27/03/2010

Ático de los Libros y el fenómeno Kanikosen, recogidos en la sección Sillón de orejas del crítico Manuel Rodríguez Rivero

Socialrealismo

Sostiene Roberto Calasso en La locura que viene de las musas (Sexto Piso, 2008) que "junto con la roulette y las cocottes, fundar una editorial siempre ha sido, para un joven de noble cuna, una de ...

27/03/2010

Ático de los Libros y el fenómeno Kanikosen, recogidos en la sección Sillón de orejas del crítico Manuel Rodríguez Rivero

Socialrealismo

Sostiene Roberto Calasso en La locura que viene de las musas (Sexto Piso, 2008) que "junto con la roulette y las cocottes, fundar una editorial siempre ha sido, para un joven de noble cuna, una de las maneras más eficaces de despilfarrar su fortuna". No hay duda de que el director de la exquisita Adelphi tiene una concepción decididamente elitista (y, al parecer, también falócrata) del oficio. Afortunadamente, se equivoca: basta frecuentar librerías para comprobar que muchas pequeñas editoriales (no fundadas necesariamente por jóvenes de noble cuna) se mantienen con dignidad en este gaseoso mercado post (¿post?) crisis. El último sello independiente del que he recibido muestras es Ático de los Libros, que irrumpe con una serie narrativa alimentada con recuperaciones más o menos "exóticas". Su primer libro es Kanikosen, el pesquero, una reivindicativa novela socialrealista publicada en 1929. Su autor, Takiji Kobayashi (1903-1933), militante comunista, murió de resultas de la paliza que le propinaron miembros de la Tokkó, la temible policía imperial japonesa. Reeditada en 2008, se convirtió rápidamente, al socaire de la ansiedad social provocada por la crisis, en un meteórico best seller del que se han vendido millón y medio de copias. Es como si, de repente, la estupenda novela El blocao (1928), de Díaz Fernández (Viamonte), o La turbina (1930), de César M. Arconada (Cálamo), se encaramaran a nuestras listas de superventas obteniendo la difusión que nunca lograron. Kanikosen refiere en estilo directo y didáctico las penalidades y luchas de un grupo de pescadores que faenan en el inhóspito mar de Kamchatka y que se rebelan contra la explotación a la que los somete un armador sin escrúpulos. Todo ello en un horizonte de solidaridad internacionalista y reivindicación proletaria. Por lo demás, si esta crisis se prolonga mucho tiempo no me extrañaría que presenciáramos otras gloriosas resurrecciones de (presuntos) muertos literarios. Por si acaso, ya he rescatado de la polvorienta fila interior de mi biblioteca La madre, de Gorki, y otros relatos proletariamente edificantes. No vaya a ser que la ola socialrealista me coja (re)leyendo a Nabokov, mientras le hago vudú a Díaz Ferrán, esa roca inamovible.

Manuel Rodríguez Rivero, EL PAÍS 27/03/2010

Enlace al artículo completo

Más

Kanikosen en Babelia